Nuestro planteamiento no debe ser modificar los rasgos faciales, sino rejuvenecer determinados parámetros sin que por ello se observe una modificación propia de la cirugía plástica.
Para ello contamos con dos armas terapéuticas importantes:
El Ácido Hialuronico infiltrado en el reborde labial, y filtrum (las dos lineas que ascienden del arco de cupido hacia la nariz), pero sin realizar un relleno del bermellón del labio o hacerlo muy ligeramente.
En el caso de las arrugas que se producen en en los surcos nasogenianos y en la zona superior del labio, también podemos rellenar ligeramente con el ácido hialurónico.
La Toxina Botulínica es la segunda herramienta terapéutica que podemos utilizar,aunque esta más indicada para el tercio superior de la cara,arrugas de expresión en la frente, el entrecejo y las conocidas coloquialmente como "patas de gallo".
Se debe de realizar previamente un estudio facial y determinar las zonas a tratar.
Es importante saber que estos tratamientos son temporales y reabsorvibles, por lo que hay que realizar retoques en periodos comprendidos entre 6-12 meses, dependiendo del caso. Los rellenos con materiales permanentes no son recomendables ya que persisten a pesar del envejecimiento y adelgazamiento del rostro con los años, lo que produciría prominencias del material, por tanto el tratamiento más seguro en estos casos es el ácido hialurónico y la toxina botulínica.
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